La COP26: Para acelerar el cumplimiento del Acuerdo de París sobre el cambio climático

Elena Martín Cuesta

21 Oct, 2021

Compartir

Entre los días 31 de octubre y 12 de noviembre próximos, se celebrará en el Scottish Event Campus (SEC) de Glasgow la 26ª Conferencia Anual de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), organizada por el Reino Unido en colaboración con Italia.

Inicialmente, este evento debería haberse celebrado en 2020, pero la Mesa de la COP decidió posponerlo debido a las circunstancias excepcionales generadas por la pandemia del COVID-19. Así pues, la última Conferencia de esta naturaleza organizada hasta el momento es la que se realizó en Madrid durante los primeros días de diciembre de 2019. Por ello, tras dos años sin negociaciones sobre el clima a escala internacional, se ha decidido desarrollarla ahora de manera presencial, a pesar de que la situación sanitaria sigue siendo complicada.

COP es el acrónimo de la «Conference of the Parties», por su nombre en inglés, o la «Conferencia de las Partes» en español, un evento que reúne anualmente a 196 países, más la Unión Europea, es decir, a las partes firmantes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) suscrita en 1994.

Con toda seguridad, su edición más famosa e influyente es la COP21 que se celebró en Francia en 2015. En ella, se adoptó el denominado “Acuerdo de París”, un compromiso, jurídicamente vinculante y suscrito por casi todas las partes, que estableció objetivos específicos para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a escala mundial con el fin de limitar el aumento de la temperatura media del planeta y los impactos del cambio climático.

El Acuerdo funciona en ciclos de cinco años, períodos en los que los objetivos y las acciones que los firmantes deben llevar a cabo se vuelven cada vez más ambiciosos.

En 2020, se tenían que anunciar los objetivos fijados por las partes a escala nacional para comprobar las medidas establecidas en materia de reducción de emisiones y adaptarse a la evolución de los impactos adversos del cambio climático. También se esperaba que las partes establecieran sus estrategias a largo plazo para conseguir la plena descarbonización de sus economías en 2050.

Objetivos de la COP26

El objetivo general de la COP26 es llegar a acuerdos sobre cómo acelerar las acciones necesarias para cumplir el Acuerdo de París, hacer balance de lo conseguido hasta ahora y definir los objetivos adicionales que deben alcanzarse.
Además, el presidente de la COP26, Alok Sharma, miembro del Parlamento británico, tiene la intención de que se asuman otros objetivos relacionados con lo anterior, entre los que destacan:

  • 01

    Reforzar el objetivo de reducir la temperatura media del planeta en 1,5oC, asegurando la consecución de “emisiones cero netas” en 2050. Para ello, los países miembros deberían establecer un plazo intermedio de mitigación de las emisiones en el horizonte del año 2030, para lo cual tendrían que abandonar lo antes posible el uso del carbón, reducir la deforestación, acelerar la movilidad eléctrica y fomentar la inversión en energías renovables.

  • 02

    Proteger y restaurar los ecosistemas y los hábitats naturales, así como construir defensas, sistemas de alerta, e infraestructuras y agriculturas resistentes para evitar la pérdida de hogares, de medios de subsistencia e, incluso, de vidas humanas en las comunidades afectadas por el cambio climático.

  • 03

    Movilizar la financiación de políticas climáticas con el fin de ayudar a los países en desarrollo para que reduzcan las emisiones procedentes de combustibles fósiles y se adapten a los impactos de la crisis, fomentando una transición hacia una economía cada vez más baja en carbono.

  • 04

    Fomentar la colaboración entre los gobiernos, las empresas y la sociedad civil con el fin común de acelerar las acciones necesarias para hacer frente a la crisis climática.

Conferencia oficial y actividades paralelas

Las discusiones oficiales de la COP se llevan a cabo dentro de una zona especialmente designada, donde los delegados de las partes se reúnen para desarrollar tanto negociaciones formales como consultas más informales.

En ellas, puede haber presencia de representantes de la sociedad civil, organizaciones y medios de comunicación, pero la asistencia dentro de esa área se halla estrictamente controlada.

Además, alrededor de la Conferencia se celebran otras actividades públicas relacionadas con sus objetivos, como talleres o presentaciones.

Técnicas Reunidas participará en uno de estos eventos paralelos, como miembro del Grupo Español de Crecimiento Verde (GECV), una asociación creada para fomentar la colaboración público-privada con el fin de avanzar conjuntamente en la solución de los retos ambientales y que está integrada por más de 50 empresas españolas.

En este evento, que se celebrará en la sede de la empresa eléctrica Scottish Power en Glasgow, se presentará la Guía de Mejores Prácticas para Planes de Acción Climática Empresariales titulada «Doce Claves para Empresas hacia la Descarbonización». Este documento, elaborado por el grupo de trabajo de Políticas Climáticas del GECV, recoge diversas iniciativas para impulsar la reducción de emisiones y la descarbonización en las empresas y propone la elaboración de Planes de Acción Climática de largo plazo conformes con los objetivos del Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

Neutralidad en carbono

“Cero neto” o neutralidad en carbono significa que la cantidad de gases de efecto invernadero que se emiten a la atmósfera no es mayor que la cantidad que se elimina de ella.

Para lograr este ambicioso objetivo, tanto los países como las empresas deben aplicar métodos naturales, como puede ser la implantación de nuevos bosques, con el fin de eliminar la misma cantidad de carbono que emiten; o utilizar tecnologías conocidas como “captura y almacenamiento de carbono” (CCS, es decir, Carbon Capture and Storage, por sus siglas en inglés), lo que implica eliminar el carbono en la propia fuente de emisión antes de que pueda entrar a la atmósfera.

Los bosques y la vegetación funcionan como sumideros de carbono. Tienen la capacidad de absorber el carbono presente en la atmósfera e incorporarlo a su estructura a través de la fotosíntesis, almacenando así el carbono que de otra manera estaría libre en la atmósfera.

A su vez, las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono pemiten separar el dióxido de carbono emitido por la industria y las plantas de generación de energía en sus procesos de combustión y transportarlo a un lugar de almacenamiento geológico con el objetivo de aislarlo de la atmósfera a largo plazo.

Por último, es necesario señalar que, aunque se reduzcan al máximo las emisiones, algunas de estas son difíciles de evitar, por lo que han de ser compensadas eliminando carbono de la atmósfera.

ir al principio